martes, 15 de diciembre de 2009

Inmigración, un fenómeno que nos pasa factura.

Puntos de vista diferentes genera el fenómeno de la inmigración (legal o ilegal, es lo de menos).

Por un lado los defensores de la causa.

Aquellos que vieron en ella una manera de mejorar la calidad de vida. Aquellos que hartos del lugar donde vivían decidieron un día jugarse a la ruleta de la vida y allí cayeron.

Los defensores de la inmigración también son aquellos que se quedaron y viven (para bien o para mal) de las remesas.

El país que recibe esas remesas, agradecido por supuesto.

Por otro lado están aquellos que no osarían jamas dejar el suelo que los vio nacer para tirarse a una aventura casi irresponsable.

Los detractores son aquellos que mencionando la nostalgia a sus costumbres y lugares no lo tienen ni como una remota posibilidad o alternativas de mejoras.

Yo, en mi calidad de inmigrante, del cual puedo decir que he sido y aun lo sigo siendo (con condicionantes) un férreo defensor, comienzo a ver mas de cerca como este fenómeno humano tarde o temprano va cobrando las facturas que nos emite.

Dije férreo defensor con condicionamientos, pues para mi esta claro que la inmigración debe darse de manera grupal con el entorno familiar mas próximo (pareja e hijos...hasta mascotas!!)

De no ser así, me convierto en un detractor. Y ahora con más razón que veo de cerca como este movimiento humano está pasando factura a la sociedad del país en que vivo.

Resido en Honduras por motivos laborales. No me arrepiento, pues está mi familia conmigo. He cumplido con mi meta de condiciones para una inmigración calificada.

Pero ahora también comienzo a ver de lejos cómo ese fenómeno social producido por razones puramente económicas (despues de todo, quien migra por culpa del clima?) está destruyendo el tejido social de mi país, Paraguay, una tierra que por siglos solo ha recibido a personas de todo el mundo para así poder formar una mezcla de aquí más otros de por allá.

En menos de un mes dos noticias de crímenes pasionales relacionadas con la inmigración.

Al caso de la mujer asesinada en Ciudad del Este por el ex concubino ahora se suma esta horrorosa historia del ex que asesina a su propia hija de 3 años, a la hermana de su pareja y a la madre de esta, quien fué para España buscando quizás mejorar la vida hasta del propio asesino.

Es así como la inmigración comienza a pasar facturas a una sociedad que no sabe como cuidar o retener a sus hijos.
La desintegración familiar es terrible. Es la separación del elemento fundamental de una sociedad civilizada.

Estos casos son solo dos que por horribles y sangrientos han pasado a ser conocidos.

Cuántos casos conocerán quienes leen esto, de conocidos, de vecinos, amigos y hasta familiares quienes han roto sus vinculos por haber formado una nueva vida allá lejos.

Cuantos hijos sin madres?
Cuantas madres sin hijos?
Cuantos esposos (o esposas) abandonados?

Ni hablar de novios/as o concubinos/as.

En la sociedad hondureña es tan normal que alguien tenga padrastros o madrastras, o medio hermanos o padres que fueron y nunca regresaron.
Familiares que murieron tratando de llegar a cumplir el sueño y por ello dejaron lo poco que tenían para quedarse sin nada.

En Honduras la inmigración produce el 60% del PIB del país. Esas remesas que llegan periódicamente es la mayor fuente de ingresos de un país que tampoco supo cuidar sus recursos humanos.

No tengo datos de que % del PIB paraguayo es producto de las remesas. Si por mi fuera que por favor nunca suba.

La inmigración en Honduras es responsable del 60% de la producción de riquezas.

Se atreverían a adivinar cual es el % del sufrimiento que produce?





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1 comentario:

  1. Estoy de acuerdo en todo, (casi, siempre hay alguna disidencia, de lo contrario no seriamos seres individuales) pues pienso que el momento de migrar es cuando todavìa no creaste una familia y no tienes lazos sentimentales de ningùn tipo, aparte tus padres, de los cuales es algo natural tener que desprendernos, mejor temprano que tarde. Una migraciòn con "(pareja e hijos...hasta mascotas!!)" es muy pero muy dificultosa, salvo en raras excepciones, como la tuya tal vez.

    Y hablando siempre como un inmigrante que hace 19 años se alejò de sus pagos, la posibilidad de que las cosas vayan como uno espera son nulas, la posibilidad que vaya bien o mal depende de una gran cadena de factores con porcentaje bien grande (70% diria yo) a nuestra persona.

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